Incluso en estos tiempos de crisis, las tendencias vocacionales de las nuevas generaciones están cambiando, eligiendo profesiones intelectuales y de gran responsabilidad.
Pero, no es ORO todo lo que reluce...
Mamá: "Otra vez hijo, haber dime."
Hijo: "He decidido que quiero ser político."
Mamá: "Primero querías ser astronauta, después bombero, luego futbolista; ya tienes 12 años y debes centrarte."
Hijo: "Si mamá, lo tengo muy claro y estoy decidido."
Mamá: "Es una profesión muy seria, difícil, de responsabilidad, vocación, requiere una gran preparación académica y una moral intachable, para llegar a ser un buen político."
Hijo: "Que va mamá, el papá de Manolito es político, y en el recreo me ha contado que no hace falta nada, pero que es muy importante que me apuntes ya al partido, me saques el carnet y que pase todo el tiempo posible con... algo de juventudes."
Mamá: "¿Y con eso es suficiente?."
Hijo: "Claro, es muy fácil, por favor..., no te vuelvo a pedir nada más. Además me ha dicho que nunca me faltará todo el dinero que quiera, ni a nadie de mi familia, no tengo que estudiar nada, no podrán despedirme, podré cometer todos los delitos que quiera saliendo impune, y aunque no me voten, da igual, siempre me buscarán un hueco en un sillón."
Mamá: "Siendo así, pregúntale a tu amigo con quién del pueblo hay que hablar para apuntarte a eso, porque veo muy difícil emparejarte con alguien de la Familia Real."
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